Ensayo: Sobre el erotismo en el arte mexicano contemporáneo - Cronista de Tlalnepantla

Cronista de Tlalnepantla

Informa y Describe Hechos

Más Noticias

lunes, 3 de enero de 2011

Ensayo: Sobre el erotismo en el arte mexicano contemporáneo

Por Alejandro López López/ Agencia MANL

Ira, terror, envidia, soberbia, lujuria, egoísmo, generosidad, sensualidad, y amor, son sólo una pequeña porción de los sentimientos que el ser humano puede desmostar y sentir; estas características son algunos de los aspectos que dan forma e identifican a la razón humana. Esta habilidad es probablemente lo que diferencia al hombre del resto de las criaturas del planeta.

La habilidad, y sobre todo necesidad de expresión del hombre, es aquello que le da la capacidad de crear Arte, como una viva representación de los sentimientos humanos; de aquí que a lo largo de la historia podamos encontrar distintas expresiones artísticas en las que claramente se ven inmiscuidas las ideas, temores o anhelos de sus autores. Pero... ¿Es el amor uno de los sentimientos más fuertes que posee el hombre? Esta pregunta va encaminada a comprender porqué el erotismo y la sensualidad se encuentren frecuentemente en variadas obras estéticas, esto claro, sin dejar del lado otros aspectos que van de la mano con el amor y el erotismo: la sexualidad y las relaciones de pareja.

Antecedente

Para entrar de lleno a este aspecto, se han escogido -en primera instancia- cuatro obras, cada una creada en distintas épocas de la historia del ser humano. Con éstas se intentará demostrar, y al mismo tiempo ejemplificar, cómo es que el elemento erótico ha sido una constante dentro del sentir, y sobre todo, de la expresión artística del hombre.

En primer lugar, tenemos una estatuilla de las llamadas “Venus Paleolíticas”, que como su nombre lo dice, data de la era paleolítica. Es una figurilla de piedra, donde se puede identificar la representación de un cuerpo humano femenino; esto lo deducimos gracias a la presencia de grandes caderas y senos, aunque la figura carece de rostro. Gracias a estos elementos podemos identificar a una mujer de proporciones anchas, lo que hoy en día llamaríamos de complexión gruesa o “corpulenta” aunque con rasgos exagerados. La imagen no sólo es la representación de la desnudez femenina como un estándar de belleza, sino que también nos muestra el estándar de salud de la época, ya que las grandes proporciones de la “mujer” y su voluptuosidad, no sólo podrían ser vistas como la mera representación de sensualidad, así como la provocación que un cuerpo desnudo crea, sino que también es visto como una representación de la maternidad, y sobre todo, de la fertilidad.

*Venus de Willendorf, Austria, ca. 22000 a.C.

Posteriormente encontramos una pintura creada en la época antigua. En ella vemos la representación de un hombre pequeño, barbado y vestido con una suerte de taparrabos, al mismo tiempo que lleva en la mano izquierda una especie de bastón. Lo que más llama la atención de esta imagen, es que el miembro viril de este hombre es llevado a la exageración, teniendo por tamaño prácticamente la misma longitud que el torso de su cuerpo. Ésta es la representación de Priapo, antiguo dios griego de la fertilidad, así como protector de la agricultura y ganadería. En la imagen podemos observar cómo la sexualidad es llevada al extremo, no sólo por las grandes proporciones del miembro, sino también por la exposición de éste sin ningún pudor, lo que de nuevo nos lleva a la idea de desnudez, sexualidad y fertilidad, al igual que con la “Venus”.

*Representación pictórica del dios Priapo, entre 89 a.C. – 79 d.C. Pompeya.

A continuación encontramos la escultura llamada “David” creada por Miguel Ángel Buonarroti, hecha a principios del siglo XVI. En ella, el autor no destaca la realización o identidad del personaje representado en la escultura, sino los estándares de belleza que representa, pues se trata del desnudo masculino en su totalidad. De nuevo, la demostración del cuerpo es un símbolo de belleza, tanto en proporciones de altura como de musculatura del personaje, donde de nuevo se ven reflejados los estándares de belleza de la época, pues aquí encontramos inmersas las ideas de J. J. Winckelmann con respecto a la belleza humana, donde el cuerpo debe tener siete veces el tamaño de la cabeza, así como la posición del cuerpo, formando una letra “S” con el torso y piernas, que le da la sensación de movilidad.

* Miguel Ángel Buonarroti, David, ca. 1504, 4.1 m. de altura, Mármol blanco, Galería de la Academia, Florencia.


Para finalizar esta parte del escrito, tenemos “El origen del Mundo” pintura creada por Gustave Courbet en el año 1866. En esta obra se puede observar la entrepierna de una mujer desnuda, acostada y apenas cubriendo una pequeña parte de su cuerpo con una sabana blanca, teniendo al aire su seno derecho y el pubis, éste último en primer plano. En esta obra el erotismo se puede observar en mayor medida, pues aunque es un desnudo, el énfasis se encuentra en los genitales femeninos, de modo que llama la atención hacia la temática erótica y más explícitamente a la sexual, sin dejar del lado lo que el título de la obra refiere, “L'origine du monde” (en francés) pues pone a la vagina de la mujer como el mismo origen del mundo, ya que de ella nacen todos los seres humanos.


* Gustave Courbet, El origen del mundo, 1866, 46 x 55 cm., Óleo sobre lienzo, Museo de Orsay, Francia.

Estas imágenes nos llevan a reflexionar variadas ideas, ¿Es la desnudez humana, ya sea masculina o femenina, sin importar la preferencia sexual, un obvio estándar de belleza? Esto nos hace pensar que el cuerpo humano debe ser apreciado por como es, bello en sí. Y esto nos lleva de nuevo a otra idea: la desnudez es un llamado al erotismo, sensualidad y sexualidad humana, elementos presentes en la vida e historia del hombre, es un elemento que no se puede dejar del lado, ya que es parte de la vida de todos y cada uno de los seres humanos, sin importar la época o estrato social en que vivan.

Algunas imágenes eróticas en el actual arte mexicano

Ahora bien, ya que hemos hablado de este antecedente con respecto a las ideas de erotismo y sensualidad en el arte, es necesario que entremos de lleno a estas ideas aplicadas a las expresiones artísticas de la actualidad, en específico a artistas mexicanos. Si bien, las imágenes que ya hemos mencionado no fueron creadas por artistas o por temáticas mexicanas, éstas han sido elegidas para crear un antecedente de la temática erótica dentro del arte, encontrada en distintas épocas, corrientes y lugares de la historia de la humanidad. A continuación enfocaremos el estudio al trabajo de artistas mexicanos contemporáneos, quienes recurren a estas temáticas para plasmar su obra de sensualidad y belleza humana.

En primer lugar, me gustaría mencionar a la artista Amor Muñoz, quien no siempre se vale solamente de la imagen, sino que regularmente se ve asistida del objeto, realizando una obra por medio de dos elementos: la imagen y el objeto. En buena parte de la obra creada por esta artista se ve claramente la inclinación a la sexualidad, así como la provocación del personaje en la obra hacia dicho aspecto, de modo que la sensualidad y erotismo contenidos en estas obras se ven creados no sólo por la desnudez de los personajes, sino también por la posición y gesticulaciones que realizan. Esto nos lleva de lleno a la seducción provocada por la obra hacia el espectador, de manera que el mismo objeto se ve como “sexy”.

Aquí se mostrarán sólo dos de los objetos e imágenes creadas por Muñoz. Primero se observa la imagen de una mujer desnuda tocándose los genitales con la mano izquierda, lo que nos remite al autoerotismo o masturbación, cosa que claramente se relaciona con el articulo en el que se contiene la imagen, una almohada. La unión de estos elementos, “almohada” y “masturbación”, claramente nos hacen pensar en el lecho del acto sexual, una cama. Aquí no podemos dejar del lado en nombre de la obra “Amor porno” que también hace referencia al primer nombre de la artista: Amor; por lo que además de referir al acto sexual y la muestra de él, también hace referencia al sentimiento como principal motor del acto sexual.

Por otro lado, tenemos un par de zapatos de tacón para dama, en ellos se alcanzan a observar (dentro del zapato y en la suela de los mismos) escenas de carácter pornográfico, donde apreciamos a dos personajes, uno masculino y uno femenino practicando el acto sexual, tanto felación como el mismo coito. Aquí claramente la seducción es de nuevo fundamental, el acto sexual representado en un articulo para dama, no sólo es la representación e invitación a la exploración de la propia sexualidad, sino que se convierte claramente en un articulo por de más sexy, ya que este tipo de zapatos para dama, son vistos en la sociedad como un articulo de belleza para la mujer, mejorando su apariencia y seguridad propia.


*Amor Muñoz, Del proyecto de objetos múltiples de artista Amor porno.


* Amor Muñoz, María, Walk the porn, 2006, acrílico/zapatos de prostituta.

La fotografía llamada “de Moda” es otro aspecto de las representaciones visuales donde el erotismo es encontrado con bastante frecuencia, en este caso se menciona a Tony Solís, quien se caracteriza en su trabajo por realizar fotografías específicamente donde se resalta la vestimenta del personaje retratado, es decir, basado primordialmente en la Moda. Sin embargo, aunque en estas fotografías no se percibe un desnudo completo en la mayoría de las ocasiones (ya que sí existen), es interesante hablar de la sensualidad en fotografías de moda, donde el personaje retratado no realiza específicamente un desnudo, ya que la misma vestimenta, pose, gesticulación y cuerpo del modelo, se convierten en el instrumento del deseo, es decir de la sensualidad humana.


*Tony Solís, Goblin in my bed, 2008, 60.96 x 40.64 cm., impresión digital a color sobre papel metálico, político 4 piezas.

Dentro de al ámbito de la moda, también tenemos a Napoleón Habeica, quien al igual que Solís, se dedica a la fotografía exaltando primordialmente al modelo tanto como a su vestimenta, sin embargo, en este caso me parece que la sensualidad aparece mucho más marcada, pues aquí, las fotografías muestran prendas ligeras y entalladas, donde el cuerpo del modelo se presenta de una manera meramente erótica. Mostrar el cuerpo humano en este caso (aunque no se trata de desnudos) se convierte en un recurso para la moda, donde la sensualidad corporal, se une con la prenda de vestir, y al modelo junto con su expresión corporal para formar una fotografía no solo de moda, sino también sensual y seductiva.

*Napoleon Habeica, Exhibition Vew, 2008, C-print, 65 x 48 cm.

Sin embargo, no sólo el aspecto erótico se puede encontrar en la fotografía de Moda, lo podemos observar en el trabajo Maya Goded, quien se encarga de retratar la cotidianeidad de la Ciudad de México. En una de sus series fotográficas, el barrio de La Merced y sus habitantes son el principal motor de la belleza plástica de esta serie, hablando más específicamente, los principales actores son las prostitutas de este barrio, quienes a la mayor provocación no dudan en exhibir sus “atributos” ante el lente de la cámara fotográfica.

En las imágenes de Goded, la exhibición sensual del cuerpo femenino es un elemento que prevalece en buena aparte de sus fotografías; aunque en éstas no se ve explícitamente un desnudo corporal, las poses y forma en que se muestra el cuerpo de la mujer es aquello que le da su valor sexy. Aquí mostramos dos fotografías, la primera muestra la parte superior del seno izquierdo de una mujer, aunque no se descubre totalmente, la protagonista toma su pecho con la mano para exhibirlo, al mismo tiempo que una mano extraña se acerca a su pecho para completar el tatuaje que se crea poco a poco en el seno.

En la siguiente imagen vemos a una mujer recostada sobre un pequeño sillón mostrando sus piernas hacia el espectador, mientras que recarga su codo izquierdo sobre la mesa. Llama la atención que en la parte superior, casi simétricamente y al mismo modo que la mujer, un relieve se muestra como un cuadro sobre la pared, tiene la forma de una mujer desnuda recostada. Aquí debemos tener en cuenta que la fotografía lleva por nombre “Barba Azul”, que conocemos como un lugar localizado en el barrio de La Merced donde los hombres se reúnen para beber un trago y conocer damas a quienes además se les puede sacar a bailar, pagando diez pesos por pieza.

No sólo debemos observar la imagen propiamente, donde hay dos mujeres recostadas en actitud provocativa, sino también el contexto de la imagen. Al saber dónde fue tomada esta fotografía, nos damos cuenta de que el personaje principal es posiblemente una prostituta, y en el lugar se encarga de atender a los asistentes, de aquí que pensemos no sólo en el contenido formal de la imagen, dos mujeres, una arriba de la otra, y las dos recostadas de manera sensual; sino que también el contexto nos remite a las ideas que hemos venido manejando previamente, la sexual, pensada como la atención sexual que da una mujer a cambio de dinero, así como la de desnudez, pues aunque en la imagen se ven dos mujeres recostadas, una de ellas (la real), está vestida, y la otra (que no es real, pues se trata de un objeto inanimado), se encuentra desnuda. Sin embargo, la falta de desnudez de la mujer, localizada en la parte inferior de la fotografía, no evita que sea también sensual.


*Maya Goded, de la serie La Merced, Cd. De México.

*Maya Goded, Barba Azul, 2008, Cd. De México.

El final del Edén de Iván Villaseñor, es otra obra de arte que puede pertenecer a la serie de imágenes de corte erótico que presentamos en este ensayo. Esto se debe a que es una obra pictórica que presenta a tres mujeres aparentemente adolescentes, todas ellas sentadas con las rodillas dobladas y mirando al frente de igual manera. Debemos denotar que las tres mujeres, aunque con complexión y estaturas similares, son muy distintas en cuanto a los rasgos faciales, ya que aunque las tres son de tez blanca, la diferencia está tanto en el color de cabello como de ojos: la primera de ellas con cabello negro y ojos oscuros, la siguiente rubia y de ojos azules, la última tiene el cabello castaño y ojos oscuros; claramente nos recuerda las diferencias raciales. Debemos recalcar que las tres jóvenes se encuentran totalmente desnudas dejando a la luz sus genitales y sus senos. Éstas, como personajes principales, se ven rodeadas de flores y cuatro personajes demoníacos localizados detrás de ellas, así como un letrero luminoso en la parte superior de la pintura el cual dice “El final del Edén”.

Aunque aquí presenciamos una escena de desnudo femenino, ésta se muestra como las más comunes (donde se ven mujeres desnudas en actitud pretenciosa o feliz); los personajes no presentan una posición sensual, ni siquiera en la expresión de su rostro, se ven totalmente serias y hasta temerosas. Como una interrelación de estos aspectos de la pintura, es necesario que tengamos en cuenta dichos elementos, además del titulo de la obra “El final del Edén”. A mi parecer, es una escena que hace referencia al final de la niñez, así como la pérdida de la virginidad y el comienzo de una vida sexual en la adultez. Esto lo deducimos gracias a los elementos ya mencionados, tres mujeres que parecen pasar de la niñez a la juventud, que se ven amenazadas por rostros demoníacos detrás de ellas, que podrían representar en asecho masculino a la virginidad de las jóvenes. La desnudez es la referencia al ámbito sexual, que llega al final de una vida sin preocupaciones, modo de vida que se lleva en la niñez, es decir, el final del edén: el final de la niñez.

* Iván Villaseñor, El final del Edén, 2008, dimensiones variables, óleo sobre tela.

Por otro lado, Blanka Amezkua, artista nacida en la Ciudad de México y quien radica actualmente en Nueva York, también se ha caracterizado por incluir referencias sensuales y provocativas en varias de sus obras. Lo que la diferencia de otros artistas en principio, es que buena parte de su trabajo se caracteriza por el uso de la imagen, pero vista de un modo caricaturizado, exagerando algunos rasgos y virtudes de los personajes en cuestión, sin mencionar que se trata de imágenes hechas a base de bordado.

El erotismo de nuevo hace presencia en estas imágenes, pues se trata de representaciones de mujeres exageradamente voluptuosas, en donde se ve resaltada la belleza y atributos corporales. La primera, de cabello castaño prominente, viste una mini falda, un sostén y medias, se inclina de frente hacia el espectador mostrando los senos de una manera por demás sensual. La segunda, de cabello corto y vestida con lo que parece ser una blusa de colores, mira al espectador mientras se lleva la mano a la boca para morderse un dedo. Estos dos están caricaturizados, varios de sus rasgos han sido exagerados para poner énfasis en ellos.

En estas obras, nuevamente no encontramos un desnudo total, las mujeres muestran su cuerpo con ropa ligera y entallada. Sin embargo, la pose del cuerpo y los rasgos del rostro son los que nos remiten a esta idea, de nuevo la provocación sexual hacia el espectador está dada por la actitud y pose de los personajes, en la seducción

*Blanka Amezkua, Dancing, 2005, 34 x 26 in., Bordado sobre tela y crochet

*Blanka Amezkua, Car Hoppin' Mama, 2008, 19 x 31.5 in., Bordado en tela, fieltro y el algodón.

A continuación incluiremos una obra a esta secuencia que es totalmente diferente a las anteriores: Adán y Eva de Guadalupe Guzmán. Con “diferente” nos referimos a que no se trata de una imagen al mismo estilo de las anteriores, ya que en ésta no se ve el cuerpo humano, ni siquiera un rostro, entonces ¿cómo puede ser erótica esta imagen? La obra se incluye por los elementos que contiene, en ella observamos una camisa azul y un vestido rosado, como si estuvieran tirados sobre el suelo; sobre estas prendas, se puede observar un collar de perlas, dos flores (una rosada y una amarilla) y una manzana.

Estas referencias, aunadas al titulo de la pintura, nos remiten a los dos primeros pobladores de la tierra referidos en la Biblia. En esta obra, la camisa representa a Adán y el vestido a Eva, mientras que las flores son la referencia al jardín del Edén y la manzana al pecado cometido por ambos personajes. En este caso, los dos personajes son vistos de una manera más actual por las prendas que los representan, ya que son artículos modernos. El hecho de que ambas prendas estén puestas una sobre la otra hace referencia a la relación de pareja que se dio entre ambos. Esta relación, así como la manzana, símbolo del pecado, son los elementos por los que esta imagen es erótica, no de manera directa, sino de forma indirecta o metafórica; la relación de pareja entre un hombre y una mujer y el símbolo de pecado, es aquello que remite al acto sexual y por lo tanto, al erotismo.


*Guadalupe Guzmán, Adán y Eva, 2008, 90x120cm., óleo sobre tela.

El mito de Narciso y la ninfa Eco es retomado por el fotógrafo Damián Siqueiros en una de sus obras. En ésta vemos a una mujer mostrando su cuerpo, uno de los símbolos más reconocidos de la sensualidad y el erotismo en el arte. La fotografía muestra a un hombre aparentemente desnudo inclinándose hacia un río, mientras que frente a él, una mujer también desnuda, se acerca mirándolo fijamente e intentando tocar su rostro con la mano derecha; detrás de ellos podemos observar varias escenas de la misma mujer bañándose en dicho río.

Esto sin duda es la recreación del mito de Narciso (como el titulo lo anuncia, “Narcissus and the Nymphs”), en el que él (un hombre de gran belleza, acechado por hombres y mujeres) rechaza todas las insinuaciones que le hacen. Al hallarse en el bosque se encuentra con la ninfa Eco (ninfa con la maldición de sólo poder repetir lo que alguien más dice); ella, enamorada de Narciso, intenta abrazarlo pero éste la rechaza cruelmente, ella desconsolada se refugia en la soledad y solamente queda su voz, mientras que él, al ver su reflejo en el lago, queda “encantado” y no puede dejar de mirarse, por lo que experimenta el desamor al igual que Eco, sólo que él, enamorado de sí mismo.

En esta imagen queda claro que la desnudez es uno de los principales íconos de la sensualidad humana, sin embargo, el contexto de la imagen nos hace referir al desamor. La relación formada entre una pareja es aquello que nos remite a la sexualidad y erotismo, como en la imagen anterior, pero aquí Siqueiros nos hace reflexionar acerca de esa relación creada entre dos personas, sólo que sin final feliz, donde el amor no es correspondido. Esto nos deja una pregunta: ¿el desamor forma parte de la sensualidad y el erotismo?

Al contrario del mito, parece no haber un rechazo total de Narciso por Eco, pues en la fotografía se observa cómo ambos personajes se miran fijamente. Cuando ella intenta tocar el rostro de él pareciera que hay un momento de encanto entre ambos, significa que la imagen representa el instante anterior al rechazo de Narciso. Al captar un momento de miradas fijas entre ambos personajes, el fotógrafo intenta representar ese instante anterior al desamor, lo que podríamos interpretar como el momento de fascinación de una persona por alguien más, aun sin saber si ese instante repercutirá en aceptación o rechazo.

*Damian Siqueiros, Narcissus and the Nymphs, 2006, fotografía digital.

Gracias a esta serie de obras de arte es que podemos reflexionar acerca de la presencia del erotismo dentro del arte mexicano de la actualidad. Así daremos cuenta de cuatro aspectos de vital importancia:

El primero es que el erotismo y la sensualidad son factores que están profundamente presentes dentro de las expresiones estéticas del arte actual, sin dejar del lado que son elementos que han estado siempre presentes a lo largo de la historia, no sólo de México, sino de toda la humanidad.

En segundo lugar, vemos que la desnudez es un factor de importancia para que una imagen sea reconocida como erótica, sexy o sensual, pues la exaltación del cuerpo desnudo es una clara referencia a la sexualidad humana, por lo que un cuerpo desnudo está prácticamente visto como ícono del erotismo. El aprecio de la belleza corporal humana es un elemento que ha estado presente en la Historia del Arte, ya que el cuerpo es también un estándar de belleza, por lo que la desnudez usada dentro del campo artístico no sólo se refiere a la sexualidad, sino también a la belleza.

En tercer lugar, la desnudez es un elemento vital para reconocer una imagen como erótica. No es estrictamente una ley, ya que podemos encontrar obras de arte donde no se ve un desnudo, parcial o total, sin embargo, estas imágenes pueden ser entendidas como sexys porque pueden contener referencias indirectas o contextuales a ideas que nos remiten a lo erótico, como pueden ser las relaciones de pareja, la provocación, la seducción, el amor, la belleza, homosexualidad, filias, entre otras.

El último aspecto de reflexión de este ensayo es que la sensualidad no está directamente atenida a la desnudez o a la falta de ella, pues como hemos venido observando, en muchas ocasiones está estrechamente relacionada con la provocación y la seducción. Me refiero a que podemos identificar una imagen sexy, simplemente siendo atrapados por la seducción contenida en la pose del cuerpo y los gestos faciales de los personajes en la imagen. De aquí que pueda entenderse a la sensualidad de distintas maneras, no sólo donde la exposición del cuerpo desnudo es el principal tópico, sino también donde puede no haber tal, pero sí existe una provocación y seducción en los gestos representados en la obra de arte. Así pues, podemos comprender la fuerte relación creada entre el ámbito artístico y el erótico, no sólo por observar el cuerpo humano como fuente de belleza, sino también adentrándonos en otros aspectos: desnudez, sexualidad y, por supuesto, el elemento que mueve a estos últimos, el amor.

A continuación se han incluido más imágenes en donde se puede encontrar la sensualidad en el arte, ya sea de manera directa o indirecta.

*Mónica Castillo, Autorretrato de bailarina, 2001, 200 x 260 cm., díptico, video, Colección Martín 2, Margulies, Miami.

*Susana Chaurand, Autorretrato con rosas, 1994, Tepic, 8 x 10 in., plata sobre gelatina.


*Napoleon Habeica, Untitled, 2007, C-print, 100 x 200 cm.


*Cannon Bernáldez, de la serie Diario, 2008, México.

*Arturo Rivera, Hades y Persefone dioses del inframundo, 2007, 70 x 70 cm., óleo sobre tela.

*Juan Sebastián Barbera, Sin Título, 120×160 cm., Acrílico y tinta china sobre papel.

*Amor Muñoz, de la serie Bestiario sentimental Sueño Cíclico, 2008, 29x21 cm., Bordado sobre tela.

*Tony Solís, de la serie para QUO Magazine, 2008, fotografía digital.


*Flor Garduño, Vestido eterno, 1999, México.

* Ivan Villaseñor, Predator girl/Chico tímido ante un abismo cósmico, 2010, 120 x 70 cm., óleo sobre tela.

*Mario Cinquemani, Naturaleza muerta, 2007, 60 x 100 cm., óleo y acrílico sobre tela.

* Iván Villaseñor, Selección de pinturas, 2007-2008, dimensiones variables, óleo sobre tela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Bottom Ad

Responsive Ads Here

Pages